
Descubrimos por el sendero la vegetación de la zona y distintas construcciones como las acequias.
Una vez arriba nos adentramos en la cueva para experimentar como se vivía no hace tantos años y los diferentes objetos que se utilizaban.


En los diferentes talleres pudimos aprender a separar los elementos necesarios para hacer la arcilla, hicimos nuestras figuras y experimentamos con los sentidos.



Además el único alfarero artesanal de la comarca, que elabora piezas para la Alhambra, vino a explicarnos su trabajo.


En definitiva, lo pasamos en grande aprendiendo de manera lúdica y compartiendo esta experiencia.

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